El aparcamiento urbano pasó de ser “una carga” a una oportunidad de transformación urbana gracias al estacionamiento inteligente. Los datos ofrecidos por las tecnologías que integran el sistema se analizan y transmiten en tiempo real, mejorando la gestión del espacio disponible y recuperando superficie útil para otros fines. Sea una solución independiente o integrada con otros medios de transporte, los sistemas de estacionamiento inteligente ponen solución a los retos urbanos tradicionales, convirtiendo las ciudades en lugares más accesibles.

Soluciones guiado de parking
El aparcamiento urbano como elemento estratégico y no residual
El aparcamiento solía ser una solución funcional, casi un elemento secundario “consecuencia” de que la población empezara a tener vehículo privado y que había que ubicar donde quedara espacio para dar respuesta a la demanda creciente sin tener en cuenta cómo afectara al resto de la ciudad. Hoy en día se entiende el impacto que el aparcamiento tiene en la distribución del espacio urbano, como su ubicación, cantidad de plazas, diseño y gestión pueden afectar a la movilidad y a la calidad de vida de ciudadanos y visitantes.
Este cambio de paradigma considera que el estacionamiento debe ser planificado siguiendo una estrategia bien definida y basada en datos reales sobre las necesidades de la ciudad. No se trata de colocar plazas de parking al azar, sino analizar cuántas hacen falta, decidir dónde es mejor ubicarlas y qué tecnología es la más adecuada para que el sistema sea eficiente y la población pueda llegar a ellas fácilmente.
De carga urbana a oportunidad de transformación
Ocupar demasiado espacio en la ciudad para aparcar vehículos sin una estrategia clara puede conllevar ciertas complicaciones, como que los coches se queden quietos, limitando la rotación en áreas clave, o que las plazas se queden vacías muchas horas. Asimismo, habilitar muchas plazas incentiva que la gente use más el vehículo privado, lo que lleva a mayor congestión y contaminación del aire.
Para poner solución a todos estos problemas, ciudades de todo el mundo están optando por convertir el estacionamiento en una oportunidad de transformación urbana. Estas estrategias buscan equilibrar la oferta y la demanda teniendo en cuenta ciertos datos para saber dónde hacen falta más plazas y dónde sobran, y reducir el uso innecesario del coche fomentando los desplazamientos a pie, en bicicleta o transporte público. De esta forma, se libera espacio para otros usos: áreas verdes, aceras amplias, parques infantiles y comercio local.
Estacionamiento inteligente: tecnología al servicio de la ciudad
Las tecnologías de estacionamiento inteligente conforman un sistema interconectado que capta y transmite datos sobre la ocupación de plazas en tiempo real con el objetivo de mejorar la experiencia de los usuarios y facilitar la gestión de las plazas disponibles en la ciudad a los técnicos responsables de estas y las autoridades competentes que determinan la planificación.
Sus componentes incluyen dispositivos de detección con tecnología IoT integrada, así como aplicaciones móviles y paneles de señalización variable que informan a los conductores sobre la disponibilidad y ayudan a reducir el tiempo de búsqueda. Toda la información sobre ocupación, duración, zonas más usadas y horarios se analizan en una plataforma centralizada y conectada en tiempo real con el resto de dispositivos.
Gracias a los sistemas de estacionamiento inteligente, la infraestructura no está aislada, sino que puede conectar con otros servicios de la ciudad, facilitando la accesibilidad al espacio público e incentivando alternativas más sostenibles como el metro o el autobús para reducir la circulación de vehículos en el centro sin que sea incómodo para los usuarios.
Datos que planifican: inteligencia urbana en tiempo real
Los sistemas de estacionamiento inteligente generan datos en tiempo real que se pueden tener en cuenta para tomar decisiones importantes sobre cómo organizar y mejorar la movilidad.
1. Zonificación del estacionamiento
Como comentábamos, es posible saber qué plazas están ocupadas y cuáles libres, a qué horas hay más coches estacionados y cuánto tiempo se quedan en ellas. Así, es más fácil identificar las zonas con mayor demanda y aquellas en desuso que se pueden emplear para otros fines. Se pueden redistribuir las plazas reservadas para cubrir necesidades específicas.
2. Tarifas dinámicas
Volviendo a la opción de poner tarifas en las zonas con mayor congestión, los datos obtenidos en tiempo real facilitan actualizar las tarifas de acuerdo a la demanda para redirigir el tráfico a áreas cercanas desocupadas.
3. Distribución del espacio
Además de guiar, los sistemas de estacionamiento inteligente pueden controlar que se haga un buen uso de las plazas disponibles, detectando ciertas incidencias o necesidades. Por ejemplo, puede ayudar a reubicar plazas para carga y descarga en zonas comerciales con alta demanda, incluso si es solo durante ciertas horas.
Espacio recuperado: menos plazas, más ciudad
Con el estacionamiento inteligente se pueden reconvertir aparcamientos en desuso y ganar espacio para uso público, desde aceras más amplias para pasear hasta carriles bici por los que se pueda circular con seguridad que conecten distintas partes de la ciudad. También puede destinarse a negocios con el objetivo de reactivar la economía local, como terrazas para bares y restaurantes, mercados al aire libre y pequeños puestos temporales en plena calle.
Reemplazar las plazas por zonas verdes, más allá de crear áreas de descanso o espacio para hacer deporte, también supone una gran mejora medioambiental. Mientras el asfalto causa el efecto “isla de calor”, la vegetación purifica el aire, ofrece sombra y refresca el ambiente, lo que resulta muy conveniente en ciudades con altas temperaturas en verano.
Conectando modos: el estacionamiento como nodo de movilidad
El viaje no tiene que acabar cuando aparcas el coche, son muchas las ciudades que fomentan desplazamientos intermodales, aquellos en los que se combinan varios tipos de transporte. El estacionamiento ha pasado de ser el destino final para convertirse en un nodo dentro de la red de movilidad.
Una de las soluciones más recurrentes es habilitar aparcamientos disuasorios Park&Ride en las afueras o puntos estratégicos cerca de estaciones de metro, tren, autobús o servicios de modalidad compartida, como bicicletas públicas o patinetes eléctricos. Los conductores pueden dejar su coche ahí y seguir al centro de la ciudad mediante otro servicio, reduciendo el tráfico y contaminando menos.
El estacionamiento inteligente también resulta ser de ayuda en zonas de bajas emisiones (ZBE), controlando el acceso a plazas reservadas para vehículos autorizados, sean eléctricos, híbridos o con etiqueta ambiental. Desde la aplicación, los conductores pueden ver si su coche puede aparcar o no en el lugar en cuestión. La información en tiempo real reduce el tráfico de agitación, es decir, las vueltas y vueltas que dan los usuarios en busca de aparcamiento libre, sobre todo cuando se trata de una plaza no tradicional.
Retos urbanos y claves para una implementación efectiva
A la hora de implementar soluciones inteligentes de estacionamiento es importante tener en cuenta una serie de detalles: el presupuesto disponible, si se puede integrar con sistemas existentes, lo intuitiva que es la tecnología en cuestión, y cómo garantiza un uso ético y seguro de la información obtenida.
Es necesaria una planificación estratégica con objetivos claros y medibles que sirvan de base para diseñar un proyecto escalable que involucre a tanto a la población como a técnicos municipales y empresas privadas. El sistema debe ser capaz de adaptarse a las necesidades concretas de cada ciudad y de conectarse con nuevas plataformas en el futuro para no tener que empezar de cero.
Planificar con inteligencia para ciudades más habitables
Tecnologías como las desarrolladas por Urbiotica, permiten tanto a los usuarios como a las autoridades municipales tomar decisiones informadas, ajustando normativas y usos del suelo en base a datos reales, no solo suposiciones. Con la mejora en la gestión del espacio público, se impulsa la movilidad sostenible y se crean ciudades mucho más accesibles y habitables en las que se tiene en cuenta la calidad de vida.