Ligado a los objetivos sostenibles que muchas ciudades se están proponiendo alcanzar, surge un interés por fomentar la movilidad activa, es decir, alternativas de transporte como caminar o la bicicleta. En este contexto, el estacionamiento inteligente, además de mejorar la gestión de las plazas disponibles en la vía, es de gran ayuda para incentivar a las personas a optar por estos medios de transporte.
La movilidad activa y sus beneficios
La movilidad activa son todas aquellas formas de desplazamiento impulsadas por la fuerza de las propias personas, la cual beneficia tanto a quien hace uso como al colectivo. Esta ayuda a reducir la cantidad de vehículos en las calles y, gracias a ello, las emisiones de gases como el dióxido de carbono (CO2). Aquellas personas que optan por esta práctica contribuyen a una ciudad más limpia, con mejor calidad del aire.
El constante ruido del tráfico también se ve reducido, lo que supone una mejora en la calidad de vida de las personas que habitan o transitan por la zona. Los motores, bocinas y frenadas pueden generar estrés y llegar a afectar el sueño a largo plazo. Menos vehículos en circulación crean un entorno más tranquilo.
A raíz de estas ventajas, la movilidad activa también tiene un gran impacto en la salud de las personas al fomentar la actividad física, lo que ayuda a combatir el sedentarismo cada vez más habitual entre la población. El uso de la bicicleta puede mejorar el estado de ánimo de quien hace uso, sobre todo si son en entornos naturales. Está más que demostrado que las actividades al aire libre mejoran la calidad de vida.
Esta iniciativa debe contar con la infraestructura adecuada y ubicada en lugares estratégicos, cerca de estaciones de tren o metro, centros comerciales o edificios de oficinas, entre muchos otros. Aquí es donde los sistemas de estacionamiento inteligente pueden jugar un gran papel.
La importancia del estacionamiento inteligente
Los sistemas de guiado y control de estacionamiento inteligentes ayudan a reducir el tráfico en las calles, así como regular y facilitar el aparcamiento en la ciudad. Para ello, se emplean dispositivos y plataformas capaces de intercambiar datos en tiempo real, lo que facilita tanto a los conductores organizar mejor sus viajes como a las autoridades municipales tomar decisiones informadas en planificación urbana. Los datos recopilados permiten entender mejor la oferta y la demanda, saber cuáles son las necesidades reales de la población.
Los sensores detectan en tiempo real si una plaza de aparcamiento está ocupada o libre, y esta información se comparte a través de aplicaciones móviles y paneles de señalización variable ubicados en puntos estratégicos de la zona. Son fácilmente visibles desde el volante para que puedan tomar decisiones rápidas con seguridad.

Paneles de señalización variable
Gracias a estos sistemas inteligentes, se reduce el número de conductores dando vueltas por las calles, se respeta más la normativa y hay menos accidentes causados por maniobras arriesgadas o del estrés de circular tanto tiempo en busca de una plaza libre, lo cual ya supone una gran mejora en cuanto a seguridad.
Relación entre el estacionamiento inteligente y la movilidad activa
Para incentivar a que más personas opten por la movilidad activa, las ciudades deben contar con una infraestructura adecuada, segura y accesible para todos, también para las personas con movilidad reducida. Esto incluye carriles bici y amplias zonas peatonales libres de obstáculos, ambas separadas tanto como sea posible del tráfico para que circular o caminar por ellas sea seguro.
Si no existen zonas bien diseñadas y conectadas para caminar o ir en bicicleta, la mayoría de las personas seguirán dependiendo del coche privado y lo elegirán como la única opción viable de transporte. Aunque pueda parecer extraño, optar por la movilidad activa implica un cambio cultural importante, las personas están muy acostumbradas a usar el coche de principio a fin en sus trayectos.
Los sistemas de estacionamiento inteligente permiten una transición fluida entre distintos modos de transporte, promoviendo lo que se conoce como “movilidad multimodal”. Esto implica que los conductores pueden aparcar en zonas periféricas bien conectadas, para luego continuar su camino a pie o en bicicleta hacia el centro de la ciudad o a otros puntos de interés.
Su objetivo no es otro que liberar las áreas más afectadas por el tráfico, mejorando la fluidez y reduciendo la contaminación tanto ambiental como acústica, pero también puede fomentar el uso de dichas alternativas sin que los ciudadanos tengan que renunciar completamente a la comodidad y flexibilidad que proporciona el coche privado. La población tiene la oportunidad de elegir la forma de moverse más afín a sus necesidades.
Ubicar espacios específicos y bien señalizados donde las bicicletas puedan ser estacionadas sin riesgo a que las roben, o avenidas peatonales cerca de los aparcamientos gestionados por sistemas inteligentes, hará más fácil a los conductores aparcar y aprovechar las ventajas de los viajes combinados.
En Urbiotica, te ofrecemos y ayudamos a elegir las soluciones más idóneas dependiendo de las necesidades de la ciudad o el aparcamiento en cuestión, favoreciendo una transición hacia una urbe más saludable y accesible para todos sus habitantes. Trabajamos codo con codo con autoridades municipales para integrar en la vía pública tecnologías avanzadas que optimizan la movilidad, reducen la contaminación y mejoran la seguridad en las calles. A través de sistemas de guiado y control de estacionamiento inteligente que ofrecen datos en tiempo real, ayudamos tanto a gestionar mejor los espacios disponibles en la ciudad como a incentivar hábitos tan saludables como la movilidad activa.